Comunidad segura

La Universidad de los Andes como aporte a la salud pública del país, en prevención de la covid-19, crea el proyecto Covida, con el cual, a partir de recursos de donaciones y propios de la universidad, brinda la posibilidad de toma de muestras pcr y su procesamiento, sin costo alguno, para poblaciones priorizadas por su exposición al contagio por alta movilidad o por el carácter del que hacer de sus servicios. 

Germán Otálora González

Jefe del Departamento Médico de la Universidad de los Andes

 

 Esta experiencia, que deja en evidencia la importancia de realizar acciones concretas para el diagnóstico oportuno y la toma de decisiones con relación a la pandemia, sirve como base para plantear la necesidad de actuar también dentro de la universidad, reto para implementar mecanismos y desarrollar estrategias que permitan la continuidad de las actividades académicas y laborales, contribuyendo a mitigar el riesgo en salud y seguir ofreciendo una educación de calidad para la comunidad.

Como resultado de la gran experiencia de Covida, nace Comunidad Segura, una propuesta de un protocolo que en principio ofrezca un campus bioseguro, con acciones de índole ingenieril, administrativo y para las personas (modelo de la osha) y proporcione, en primera instancia, un retorno a las actividades de laboratorios de investigación y prácticas que se hallaban pendientes de concluir desde el semestre del 2020-1. La posibilidad de retorno a las actividades académicas y administrativas, de manera semipresencial, escalonada y alternante, expuesta por las autoridades sanitarias, genera, con el liderazgo del Departamento Médico de la universidad el concepto de Comunidad Segura, que teniendo en cuenta la normatividad vigente y los aportes de expertos de la Facultad de Medicina, Ingeniería y Ciencias, propone, desarrolla, activa y habilita ante las autoridades sanitarias un punto de toma de muestras para el diagnóstico de covid-19, con el fin de ofrecer a la comunidad la posibilidad de realizar un diagnóstico oportuno, como parte esencial del Sistema de Vigilancia Epidemiológica para el retorno bioseguro a la universidad. La propuesta integral incluye

Presupuesto específico para el desarrollo del plan

Estrategia epidemiológica, que inicia con la caracterización de riesgo por complicación de covid-19 para estudiantes, profesores y empleados, para ello, se desarrolla y aplica una encuesta que arroja resultados que son clasificados con el sistema de “semaforización”, que plantea lo siguiente, en verde: todas las personas sin riesgos propios ni en el hogar, que cuentan con la viabilidad para la presencialidad; en amarillo: todas aquellas personas que conviven con otras, mayores de 60 años, mujeres en gestación, niños menores de un año o que presenten patologías de riesgo ante contagio por covid-19, quienes deben evaluar y tomar la decisión de presencialidad, gestionando el riesgo, a partir de la información completa, clara y concreta; en rojo: todas las personas mayores de 60 años con o sin comorbilidades y todas aquellas que presentan comorbilidades que representen riesgo ante el contagio con covid-19.

 

Estrategias de vigilancia epidemiológica

Primero: vigilancia innovadora digital sindrómica, aporte tecnológico del profesor Mario Linares, del Departamento de Ingeniería de Sistemas y su equipo, quienes desarrollaron la App Senecare en la comunidad uniandina encuentra una serie de preguntas sobre síntomas, si van a asistir a la universidad, recomendaciones, si existe diagnóstico de covid-19 e información sobre la enfermedad.

Segundo: vigilancia intensificada, recolección y análisis de los datos registrados en forma sistemática, periódica y oportuna, convertidos en información, integrada estrechamente con su divulgación a quienes tienen la responsabilidad de intervención y a la opinión pública.

Tercero: búsqueda activa de casos, con base en el nivel de exposición, población con alto nivel de exposición por múltiples contactos al día, población especial, como el personal del servicio médico, el Laboratorio GenCore, médicos veterinarios, profesores y estudiantes de medicina con actividad clínica práctica, población con riesgo similar a la población general.

En estas poblaciones se realizan pruebas pcr, tomadas con hisopado nasofaríngeo, con periodicidad que varía desde cada mes en la población de alto nivel de exposición, quincenal para la población especial y tamizajes aleatorios en poblaciones con presencia alternante.

En caso de detección de situaciones sospechosas o confirmados positivos, se despliega sistema de seguimiento y cercos epidemiológicos, con indicación de aislamiento por 14 días y la recomendación de pruebas para los contactos.

Como instancia de gobierno para Comunidad Segura, con el liderazgo del Departamento Médico y la participación de instancias académicas y administrativas se crea el Comité de Comunidad Segura, el cual tiene la responsabilidad de veeduría del cumplimiento de la estrategia y planes, la revisión permanente de la normatividad en la emergencia sanitaria y aplicación de ella en la universidad y en caso necesario, plantear las nuevas estrategias y las acciones para proveer un ambiente bio seguro para el repoblamiento de la universidad.