Covida: proyecto seguro y saludable

Desde el Área de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Universidad de los Andes, empezamos a participar con mucha expectativa en esta iniciativa de impacto social y multidisciplinario no solo a nivel distrital sino a nivel nacional. Este proyecto generó un interés, de tal magnitud y sentido humano, que apoyó desde el comienzo las estrategias de vigilancia epidemiológica de las autoridades sanitarias y aportó con la información para la toma de decisiones y la adopción de políticas públicas con relación a la pandemia.

Ana Carolina Álvarez Peñuela

Coordinadora de Seguridad y Salud en el Trabajo

 

Con este nuevo reto que emprendió la universidad, nos organizamos como equipo de trabajo interdisciplinario para cubrir todos los frentes en todos los aspectos, porque participar en Covida nos llenó de orgullo y de satisfacción. Con la mayor responsabilidad y la pasión que nos caracteriza por la procura del trabajo seguro y saludable de quienes hacen posible el logro de los objetivos propuestos, en los ámbitos laborales y de la investigación hacen, buscamos con nuestra intervención mitigar el impacto en la salud física y mental de este equipo de trabajo.

Para nosotros, el grupo de personas al frente de la ejecución de esta iniciativa hizo parte de una nueva población objeto de nuestras estrategias de prevención y control. La participación del área siempre estuvo desde la concepción de cada espacio físico, ya que con nuestro acompañamiento y asesoría desde la identificación de los lugares no solo del laboratorio, sino de los puntos de muestras en los centros comerciales Unicentro y Centro Mayor y el punto de toma de muestra de la universidad, se cumplió el objetivo de asegurar el cumplimiento de normas desde lo locativo. Esto con el fin de que los trabajadores y usuarios trabajaran con tranquilidad y las normas estuvieran alineadas a los requerimientos de la Secretaría Distrital de Salud para la habilitación y, en sí, no perder de vista todos esos aspectos que favorecieran las operaciones. Todo lo anterior con la movilización de recursos para intervenciones físicas, demarcaciones, señalización y los ajustes que fueran necesarios para el alistamiento de las áreas con la colaboración de los equipos de trabajo de Desarrollo Sostenible, Infraestructura y Mantenimiento.

Tuvimos también en cuenta los aspectos relacionados con la preparación y atención de emergencias, lo que nos llevó a diseñar rutas de evacuación, ajustar el plan de emergencias y contingencias basados en las evaluaciones de riesgo y vulnerabilidad por los nuevos procesos en la universidad en la época de la pandemia.

Nuestra participación también estuvo desde la planeación en la revisión, análisis, selección y entrega de elementos de protección personal (epp), de acuerdo con las normas de calidad y cumplimiento técnico para los niveles de exposición de todos los que estuvieron en la ejecución de las tareas, definiendo los epp en funcionalidad y cantidad para cada papel en el proyecto.

Otro de los aspectos que se empezaron a trabajar en la etapa inicial de Covida, como parte de la organización del trabajo, la trazabilidad y la evidencia, fue la construcción de la memoria documental y que es relevante en los sistemas de gestión para una mejor y eficiente administración de los procesos y recursos del proyecto. Aportamos la definición y documentación de los protocolos de bioseguridad específicos, el de limpieza y desinfección de las áreas, gestión de residuos y procedimientos de operación segura de los equipos usados en laboratorios.

Se adelantaron las socializaciones de los lineamientos establecidos en los documentos a los diferentes equipos de trabajo y se ejecutaron capacitaciones en bioseguridad, uso adecuado de elementos de protección personal, ergonomía, riesgo psicosocial, prevención y atención de emergencias. Temas dirigidos a los diferentes grupos involucrados en el proyecto: personal del laboratorio, brigadistas, personal de Casalimpia, de Emermédica, conductores que transportaban a la brigada, entre otros externos que fueron partícipes del proyecto y que con el tiempo los integrábamos a nuestras intervenciones.

La transversalidad es uno de los principios de seguridad y salud en el trabajo. Para nuestra área todos los integrantes de los procesos deben ser intervenidos, no solo los empleados sino ese grupo de externos, llamados proveedores, contratistas e invitados en los proyectos y que son también parte de nuestro alcance, haciendo extensiva nuestra política, procesos, programas de prevención, plan de capacitación y demás lineamientos establecidos en nuestro Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo, con una clara convicción de protección y cuidado del otro, sin distinción.

La intervención de los riesgos biomecánicos también fue uno de nuestros focos, evaluamos el área de laboratorio y sus actividades puntuales, derivado de ello, se realizaron propuestas de mejoramiento para los puestos de trabajo, promoviendo e instruyendo al equipo en pausas activas, elaboración de ejercicios puntuales y también haciendo uso de la banda elástica que se les entregó para facilitar las actividades. Todas estas estrategias preventivas le apuntan al control de las tensiones musculares generadas por las posturas prolongadas y movimientos repetitivos que se identificaron en los procesos.

Respecto a la medicina preventiva se realizaron evaluaciones médicas a los equipos, para identificar y revisar sus condiciones de salud; se llevaron a cabo seguimientos médicos derivados de eventos reportados por origen laboral. Desde la higiene ocupacional se realizaron mediciones higiénicas de temperatura y humedad relativa en el laboratorio, así como sonometrías para comprobar niveles de exposición, acciones que permitieron llevar a cabo algunos ajustes para mejorar las condiciones de trabajo.

Buscando identificar e intervenir el riesgo psicosocial, que es inherente en ambientes de trabajo y que para el equipo de trabajo en el laboratorio Covida no fue la excepción, tuvimos la oportunidad de hacer acompañamiento psicológico grupal e individual.

Se hizo una evaluación de necesidades y se encontraron factores específicos presentes en el equipo con relación a sus hábitos y dificultades con el afrontamiento del estrés. A partir de ahí se priorizaron atenciones individuales y se diseñó un programa de acompañamiento grupal, con talleres de intervención en temas de psicoeducación sobre manejo del insomnio y una práctica de relajación muscular progresiva, también se dictaron capacitaciones en comunicación asertiva, la escucha activa y la resolución efectiva de conflictos.

Como resultados para destacar, el equipo pudo experimentar un alivio de las tensiones y dolores musculares y una mejoría en su calidad del sueño. También se logró un aumento en la realización personal con el trabajo y una disminución en las estrategias negativas para lidiar con el estrés; criterios que fueron identificados desde la evaluación inicial.

Las nuevas dinámicas de trabajo siempre traerán exposición a nuevos factores de riesgo, que se deben identificar oportunamente, evaluar e intervenir; esta es una constante que está presente y que, desde nuestra perspectiva de la seguridad y salud en el trabajo podemos abordar de forma integral con el objetivo principal de asegurar bienestar de las personas que hacen posible el proyecto. Esta experiencia fue una gran oportunidad desde lo profesional, laboral y personal para los integrantes del equipo de Seguridad y Salud en el Trabajo; fue palpable el impacto que pudimos también generar en quienes hicieron posible la iniciativa de nuestros vicerrectores Silvia y Eduardo, y en el balance poder observar los beneficios que trajo esta experiencia para cada uno de los que, de una u otra forma, directa o indirectamente, hizo parte de este sueño que se hizo realidad.

Somos conscientes de la dimensión humana inmersa en los objetivos que nos trazamos y, sobre todo, de haber tenido la posibilidad de abordarla de forma integral y con genuino interés por el bien común, este es unos de los factores ganadores del proyecto y por ende conducentes al éxito con el proyecto Covida de la Universidad de los Andes.

Gracias, Covida, por permitirnos estar ahí, de principio a fin y hacer parte de esta historia, por aprender con ustedes y crecer como equipo.