Roberto Franco estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde se graduó en 1897 y de la que luego sería profesor y rector hacia finales de la década de los treinta.
Fue miembro honorario y presidente de la Academia Nacional de Medicina. Como investigador, sus contribuciones al estudio de los ciclos de transmisión de las enfermedades tropicales de comienzos del siglo veinte han sido reconocidas ampliamente. Su herencia científica incluye un instituto de investigación ubicado en el municipio de Restrepo (Meta), la actual Estación de Biología Tropical Roberto Franco. Igualmente se destacan sus no pocos discípulos, los cuales han mantenido vivo en Colombia el interés por la investigación en enfermedades infecciosas como la Leishmaniasis y la enfermedad de Chagas (ver al respecto, el artículo del profesor Jorge Alberto Molina y la entrevista al profesor Felipe Guhl, ambos en el presente número).
Roberto Franco fue el primer rector de la Universidad de los Andes desde su fundación en 1948 hasta 1952, y no fue un accidente que sus fundadores hubiesen puesto en manos del doctor Franco su dirección inicial. Como lo mencionó Francisco de Brigard durante la celebración de quincuagésimo aniversario de la Universidad en 1998 “No queríamos construir, en cierto modo, una nueva Universidad, sino un nuevo país”. Con seguridad, gracias a su inspiradora orientación, así como al perseverante trabajo posterior que hoy nos lleva a celebrar los primeros 70 años de nuestra Universidad, se puede afirmar que contamos con una institución comprometida con la investigación científica de alta calidad hecha en Colombia.
En el presente número de hipÓtesis, además de la larga y fructífera historia del estudio de infecciones tropicales como las originalmente estudiadas por Roberto Franco, el lector se encontrará –entre otros temas– con la geología de la rama oriental de la Cordillera de los Andes, la química involucrada en la luminiscencia de las luciérnagas, la geometría del plano hiperbólico y los nuevos sistemas solares que orbitan a distancias inimaginables del nuestro.
De manera especial, quisiéramos agradecer y reconocer las contribuciones que durante más de siete años hicieron los profesores Hernando Echeverry, Alexander Cardona y Catalina González como miembros del Comité Editorial de hipÓtesis.