Resulta que el cacao es un producto de exportación importante para varios países en esta región. De hecho, en 2021, la producción de cacao solamente en Colombia alcanzó un récord histórico: casi 70,000 toneladas fueron producidas, lo cual representó un incremento del 8,9% con respecto al año 2020. De esa producción, 11,689 toneladas de grano seco fueron importadas, junto a otras 15,000 toneladas de producto transformado y derivados. La región que más cacao produjo en 2021, en Colombia, fue Santander, cuya participación nacional fue del 40,6% del total producido en el país ("La Producción Cacaotera Nacional Sigue Creciendo").
Estos datos ayudan a poner en perspectiva la relevancia económica que tiene el cacao y sus derivados en Colombia. Por esto, la decisión de la Comisión Europea frente al cadmio permitido en alimentos podría suponer un golpe económico contundente para el país y otros de la región latinoamericana. Esto porque, desafortunadamente, buena parte del cacao producido en esta región, especialmente el producido en Santander, Colombia, suele tener niveles de cadmio muy por encima de los permitidos por la regulación europea. El cacao producido en los continentes de Asia y África, por otro lado, no llegan a tener niveles tan altos y su producción podría ser una alternativa para los consumidores europeos. Esto convertiría a Asia y a África en fuertes competidores de Latinoamérica y el Caribe una vez las medidas propuestas por la UE se hagan efectivas. En parte por esta competencia comercial la producción de cacao seguro para consumo y exportación se ha convertido en una preocupación en Latinoamérica y el Caribe.
Algunos países que se verían afectados por la regulación, así como organismos internacionales como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), han incluso apelado a los organismos europeos. Los han instado a revisar la decisión, pues consideran que el umbral de cadmio permitido en alimentos es demasiado bajo y debería incrementarse. Después de todo, existen otras regulaciones internacionales y estudios que afirman que "La ingesta humana de cacao es baja, por lo que los riesgos para la salud derivados de la exposición al cadmio (Cd) a través del consumo de cacao son bajos y «no se consideran motivo de preocupación para la salud» por la FAO/OMS" (Programa conjunto FAO/OMS sobre normas alimentarias 1).
Muchas de estas peticiones están motivadas por un interés económico, pero es importante tener en cuenta que los altos niveles de cadmio también son motivo de preocupación ante la salud regional en Latinoamérica. Saber que el cacao producido aquí tiene altos niveles de cadmio conduce, naturalmente, a preguntarse si hay otros alimentos producidos en el continente con altos niveles de cadmio, si se consume con frecuencia y qué impacto tiene esto en la salud de las poblaciones. El cadmio es un metal que no puede ser procesado por el cuerpo humano. Así se consuman pequeñas cantidades, con el tiempo, se va acumulando y esto puede devenir en enfermedades como las anteriormente mencionadas. El metal tampoco se puede biodegradar, así que también se bioacumula en la cadena alimenticia (Joya-Barrero et al. 1)
Teniendo en cuenta estas inquietudes económicas y de salud, no sobra preguntarse por qué el cacao latinoamericano— específicamente el santandereano colombiano— contiene niveles tan altos de cadmio y si se puede hacer algo para reducirlos. Estas inquietudes no surgen solamente del afán de continuar con las exportaciones, sino, también, de evaluar el impacto del consumo de cadmio en la salud de la población local y procurar reducirlo.