Así como el carisma no le es suficiente al tigrillo, el entusiasmo por conocer y preservar no es suficiente para los investigadores, pues realizar estudios como este, en Colombia, no es sencillo. Los recursos y apoyos estatales suelen ser muy limitados, por eso es más común valerse de financiación ofrecida por fundaciones y otras organizaciones privadas internacionales. En el caso de Cepeda-Duque, su principal apoyo fue la fundación Bioconservacy, del sur de Antioquia, y la Tiger Cats Conservation Initiative, las cuales brindaron financiación y apoyo en la instalación y uso de cámaras trampa para estudiar el tigrillo. Mientras desarrollaba la investigación, también recibió una beca de la Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund, interesada en la protección de especies y ecosistemas amenazados. El estudio también fue apoyado por la Small Wild Cat Conservation Foundation, el Wild Cats Americas Conservation Program y la Universidad de los Andes, a través de la convocatoria "Proyectos Semilla".
El Proyecto de Conservación del Tigrillo Andino – Andean Tiger Cat Conservation Project, conformado por veterinarios, estudiantes de biología y artistas, fue un colectivo que nació de este estudio e iniciativa con el fin de desarrollar acciones de conservación y monitoreo del tigrillo.
"Lo que nosotros hacemos es contribuir, también, desde la forma que podemos, con los recursos que podemos, y desde la forma más robusta posible", dice Cepeda-Duque. El investigador recalca que el camino de la investigación en Colombia es arduo, aunque da resultados provechosos. Sin embargo, hoy se espera que, en el futuro, se pueda contar con más apoyo de entidades estatales en investigaciones como esta.
Artistas y equipo del Andean Tiger Cat Conservation en Apía, Risaralda. Atrás, un mural que realizaron como iniciativa de sensibilización en la escuela del Alto de la Línea. Cortesía de Juan Camilo Cepeda-Duque.