¿Cuáles deben ser las prioridades en ciencia del próximo presidente de Colombia?

El próximo 19 de junio Colombia escogerá a su próximo presidente. En la segunda vuelta de la contienda electoral se enfrentan Gustavo Petro, del Pacto Histórico, y Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción.

El nuevo mandatario asumirá un sinnúmero de retos, y la ciencia deberá ocupar un lugar preponderante entre ellos. Es por eso que, desde la revista Hipótesis, quisimos consultar al decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de los Andes, y a miembros de los diferentes departamentos que la integran, para que expongan las que, según ellos, deben ser las prioridades científicas del próximo presidente de Colombia.

Los científicos respondieron preguntas relacionadas con temas álgidos de la actualidad nacional, como la transición energética, el fracking y la posibilidad de fusionar ministerios. Esto fue lo que respondieron:

Daniel Cadena, biólogo, decano de la Facultad de Ciencias.

¿Cuáles considera que deben ser las prioridades del próximo presidente, en materia de ciencia y conservación?

Es fundamental que quien llegue a la presidencia comprenda que un país como Colombia no puede tener desarrollo tecnológico e innovación propios si carece de investigación fundamental, si la ciencia básica está desatendida. Desde la Misión de Sabios de la década de 1990 se ha sugerido que el país debería invertir, por lo menos, el 1% de su Producto Interno Bruto en financiación de la ciencia, pero no ha habido pasos decisivos en esa dirección. Es momento de acatar esa recomendación. El próximo Gobierno debe comprometerse con tomar acción por promover y financiar decididamente la investigación científica, incluyendo el fomento a iniciativas con miras a formar más y mejores investigadores, y a ofrecerles oportunidades que permitan su desarrollo profesional en el país. El Estado debe también brindar espacios y recursos para una interacción creciente entre academia e industria que permita la aplicación de la ciencia a problemas concretos de importancia fundamental para el país en áreas como la bioeconomía, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.

En cuanto a conservación de la biodiversidad, debe haber un compromiso serio con la protección de los ecosistemas naturales de Colombia. El próximo Gobierno debe frenar la deforestación en el país, lo cual involucra la llegada efectiva del Estado a regiones olvidadas, no solo con medidas de control y vigilancia sino también con oportunidades de desarrollo para las comunidades rurales. Cumplir metas ---en el papel- sobre incrementos en cobertura de áreas protegidas puede sonar muy bien en foros internacionales, pero no tendrá un efecto real y perdurable para la conservación de nuestro patrimonio natural en ausencia de una estrategia concreta contra la deforestación, que incluya una gobernanza efectiva del territorio. En esa dirección, los dos candidatos presidenciales se han comprometido a implementar plenamente los acuerdos de paz, lo que me da algo de esperanza en cuanto a que el Estado podría avanzar hacia atender algunos de los asuntos estructurales que han impedido la conservación efectiva de nuestra biodiversidad y sistemas socioecológicos.

La transición energética ha sido uno de los puntos de mayor controversia entre los candidatos. ¿Cuál debería ser la postura del nuevo Gobierno frente a este tema?

Está claro que una economía basada en la explotación de petróleo, carbón y gas es insostenible por sus efectos nocivos en el ambiente. Por lo tanto, la humanidad debe transitar hacia el uso creciente de energías limpias y cumplir con los acuerdos internacionales sobre reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, mitigando los efectos del cambio climático. Colombia, por supuesto, no puede ser ajena a ese imperativo internacional, pero hay varias razones de índole económica que hacen que la transición energética del país deba hacerse gradualmente, considerando que las rentas por venta de hidrocarburos son una fuente principal de ingresos para el Gobierno. Esto no quiere decir que Colombia no pueda comenzar a dar pasos hacia a un modelo de desarrollo más sostenible, en el que las finanzas dependan cada vez menos de la explotación de hidrocarburos. De hecho, debe hacerlo. Sin embargo, es importante señalar, como lo han hecho varios economistas, que suspender la explotación local de combustibles fósiles no será viable en la medida en que la demanda por estos persista en el país. En el camino hacia la transición energética, el próximo Gobierno deberá trazar políticas eficaces que reduzcan el consumo de combustibles, cuyo uso contribuye al cambio climático.

De otro lado, entendiendo que buena parte de la motivación para promover la transición energética obedece al imperativo de frenar el cambio climático, es fundamental que el próximo presidente comprenda que las soluciones frente este desafío global no son universales para todos los países. Se requiere una perspectiva local. Es evidente que la principal contribución que podría hacer un país como el nuestro, que emite relativamente poco y tiene aún considerables extensiones de bosques, es detener la deforestación en su territorio. Los bosques son sumideros naturales de carbono que, cuando son tumbados y quemados, se convierten en importantes emisores de gases de efecto invernadero. Este efecto se ve exacerbado cuando áreas antes cubiertas por bosques son dedicadas a prácticas que contribuyen a las emisiones, como la ganadería. De nuevo, la deforestación tiene que parar.

El candidato Rodolfo Hernández ha propuesto la fusión de los ministerios de Cultura y Medioambiente, y de Ciencia y TIC. ¿Qué opina?

Estas no son propuestas adecuadamente sustentadas desde una perspectiva técnica. Frente a la crisis de la conservación y la sostenibilidad y ante la necesidad de resolver desafíos de interés para el país con una perspectiva científica, Colombia necesita fortalecer su Sistema Nacional Ambiental y su infraestructura de ciencia, tecnología e innovación, no debilitarlos. Según entiendo, las propuestas para fusionar los ministerios están basadas en una premisa financiera que obedece a la necesidad de reducir el gasto público. Incluso con una mirada estrictamente pragmática basada en el ahorro de recursos del Estado (e ignorando por un momento que los ahorros propuestos difícilmente contribuirían a reducir el déficit fiscal), me cuesta imaginar que las propuestas de fusionar ministerios tendrían una tasa de retorno financiero de mediano plazo que las justifique. ¿Cuál sería el costo para el país de ser incapaz de proteger su patrimonio natural o de retrasar su desarrollo científico?

El argumento de Hernández de que el medioambiente es cultura y que esto justifica fusionar las carteras no resiste ningún análisis serio. Un Gobierno anterior ya desatendió la importancia de los asuntos asociados con el medioambiente, fusionando esa cartera con la de Vivienda y Desarrollo Territorial, con consecuencias negativas evidentes. De otro lado, imaginar que las ciencias pueden manejarse junto con las tecnologías de información y comunicaciones deja entrever un desconocimiento del quehacer científico y su importancia.

¿Cómo ve las propuestas de los candidatos presidenciales en relación con la ciencia en Colombia?

En el programa de gobierno de Rodolfo Hernández es llamativo que exista un apartado explícito sobre ciencia, pero este se enfoca en emprendimiento y transferencia de tecnología, y poco se refiere a la investigación. No hay nada explícito sobre la generación de nuevo conocimiento. Además, brilla por su ausencia cualquier interés en explorar científicamente el potencial de saberes asociados a la biodiversidad para generar bienestar. La propuesta de ciencia y tecnología del candidato es genérica y no se orienta a promover cambios en el status quo sino, más bien, pareciera que buscara mantener un aparato productivo que no responde a las particularidades de un país como Colombia, con su diversidad biológica y cultural. Curiosamente, Hernández propone generar alianzas con el sector empresarial para invertir en investigación científica en las universidades, pero, por otro lado, indica que promoverá leyes para que las universidades, donde se hace el grueso de la investigación en el país, no puedan hacer contratos de consultoría con la industria privada. Esto no solo no se justifica, sino que, en el mismo párrafo, indica que se “promoverá el emprendimiento a través de la triada Universidad-Estado-Empresa”. Pareciera que hay asuntos que no han sido pensados con profundidad.

Por su parte, el programa de Gustavo Petro propone varias acciones que requieren desarrollar la ciencia y la tecnología, pero no elabora sobre iniciativas concretas para el fomento de estos sectores. Por ejemplo, sus propuestas de asegurar la seguridad alimentaria, transitar hacia el uso de energías limpias y detener la deforestación requieren una sólida base científica y técnica, pero su programa no es explícito en cuanto a cómo promoverá el incremento en la capacidad científica nacional en términos de infraestructura y capital humano. Su programa incluye compromisos explícitos como el de fortalecer la investigación en ciencias ambientales o el desarrollo de tecnologías para la transición hacia energías limpias, pero carece del cómo. Quizás, como consecuencia de algunas críticas recibidas, un grupo de académicos que ha trabajado con el Pacto Histórico se ha pronunciado señalando que el eventual gobierno de Petro arrebataría recursos a la guerra para invertir el 1.5% del PIB en investigación científica, adoptaría recomendaciones de la Misión de Sabios con miras a que la economía productiva se base en una ciencia intensiva en conocimiento, fortalecería al Ministerio de Ciencia y financiaría los Institutos Nacionales públicos de investigación, entre otras acciones. Sería importante que el candidato se comprometiera, de forma clara, con esas acciones positivas, incluyéndolas en su programa oficial.

Me permitiría sugerir que, en programas de gobierno que no llegaron a la segunda vuelta electoral, quien resulte elegido para presidente podría encontrar propuestas de valor para construir una política efectiva de ciencia, tecnología e innovación.

Como biólogo, ¿cuáles considera que son las tareas pendientes que tiene por cumplir el Estado en este campo?

Colombia es un país absolutamente único del mundo por su enorme diversidad biológica. A nuestro Estado le hace falta comprender y apropiarse de su responsabilidad por proteger ese patrimonio natural irremplazable. Como biólogo, pienso que los colombianos tenemos el imperativo ético de proteger nuestra diversidad biológica en todas sus formas, y para eso debemos estudiarla y conocerla más y mejor, así como usar la educación como herramienta de cambio cultural en cuanto a cómo percibimos y valoramos nuestra diversidad biótica. Desde un punto de vista más pragmático, todos los colombianos debemos también reconocer que la conservación de especies, ecosistemas y servicios ecosistémicos es fundamental para nuestro bienestar. Además, muchas de las principales oportunidades de desarrollo del país, en las cuales podemos tener ventajas competitivas, como el turismo de naturaleza, la explotación y comercialización de productos de los bosques, que residen en nuestra biodiversidad. Hemos persistido por años con un sistema de desarrollo económico que ha devastado nuestros ecosistemas naturales y minado el bienestar de nuestras comunidades; ahora es el momento de transitar hacia un modelo más sostenible, en el que la conservación biológica esté en el centro.

Juan Armando Sánchez, director del Laboratorio de Biología Molecular Marina (Biommar) y miembro de la Misión Internacional de Sabios 2019.

¿Cuáles considera que deben ser las prioridades del próximo presidente, en materia de ciencia y conservación?

La primera prioridad debe ser dar continuidad a las cosas buenas que hizo este Gobierno. Después de décadas de pedirlo, por fin se hizo un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y no deberíamos sucumbir al síndrome de Adán, que significa volver a hacer todo desde el principio. Este Ministerio ha tratado de darle continuidad a las propuestas de la Misión de Sabios 2019, en especial la misión de Bioeconomía, y ha tenido bastantes avances. Es necesario hacer un buen empalme y darles cabida más del 90 por ciento de las propuestas que no se han cumplido.

En conservación, la deforestación es un problema prioritario, especialmente la deforestación ilegal, que termina en grandes cultivos de palma y ganadería. Hay que buscar estrategias de ganadería silvopastoril u otras estrategias en las que los bosques se puedan articular con las necesidades de las regiones.

La transición energética ha sido uno de los puntos de mayor controversia entre los candidatos. ¿Cuál debería ser la postura del nuevo Gobierno frente a este tema?

Colombia tiene un aporte mínimo a las emisiones de gas y metano, y no es un tema tan urgente, como sí lo es en otros países. Sin embargo, yo daría continuidad a todo lo que llaman el hidrógeno verde y el petróleo verde. Es decir, que las empresas sean carbono neutrales. Esto es una doble apuesta en conservación, porque se necesitan unos bosque fuertes y resilientes, así como ecosistemas marinos y costeros en buenas condiciones. Pese a que hay algunas medidas tímidas para medir la captura de carbono de nuestros ecosistemas, ese sería un empalme interesante de transición energética. Por otro lado, me parece que los biocombustibles no hay que echarlos en saco roto, porque no tenemos los minerales en el mundo para cambiar el parque automotor a carros eléctricos. Colombia tiene exceso de azúcar que, en lugar de destinar a los alimentos, podríamos utilizar en la producción de bioetanol.

El candidato Rodolfo Hernández ha propuesto la fusión de los ministerios de Cultura y Medioambiente, y de Ciencia y TIC. ¿Qué opina?

Me parece un despropósito, en los dos casos. La austeridad en el Gobierno se puede dar de muchas maneras, pero no dejando de fortalecer las áreas del ejecutivo que han estado desatendidas. En el caso del Minambiente, hay mucho por hacer, como fortalecer el Sistema Nacional Ambiental, o las CAR. Pero la fusión le generaría un daño a lo que se ha avanzado. Lo mismo aplica para temas como la ciencia y la cultura.

¿Sí o no al fracking?

Este es un tema muy interesante. En el esquema de datos abiertos, las organizaciones a cargo deberían liberar la información sobre la sísmica que se hace para la exploración de petróleo y, de esa manera, generar un mapa de los acuíferos, de tal manera que quienes vayan a emplear esta práctica puedan demostrar que no van a afectar estos ecosistemas. Curiosamente, esa opción nunca la aceptaron, y prefieren dejar los datos cerrados y darse una pelea a nivel de lobby para hacer el fracking, que hacerlo bien hecho. Los datos abiertos de la exploración de petróleo deben demostrar que no hay riesgo para los acuíferos. También, si hay una necesidad de hidrocarburos, de pronto hay yacimientos off shore que se podrían mirar.

Como biólogo, ¿cuáles considera que son las tareas pendientes que tiene por cumplir el Estado en este campo?

La bioeconomía es importantísima, y es el salto que Colombia debe dar ahora. Si uno mira las pocas industrias con un crecimiento sostenible, una de ellas es la acuicultura. El Estado debería ser capaz de desarrollar nuevos paquetes para la acuicultura, buscando maneras de alimentarla, bajando los costos de producción. Colombia es el segundo país con mayor biodiversidad de la Tierra; sin embargo, conocemos entre solo entre el 20 y el 50 por ciento de nuestra biodiversidad. Yo quisiera que el próximo presidente se comprometa con lograr el 100 por ciento de nuestros inventarios naturales, a partir de verdaderas expediciones para conocer nuestra biodiversidad marina y continental.

Jillian Pearse, directora del Departamento de Geociencias

¿Cuáles considera que deben ser las prioridades del próximo presidente, en materia de ciencia? 

Incrementar la financiación de la ciencia y educación científica a todos los niveles y, por supuesto, eso significa que los maestros de colegio requieren buena formación científica. Mejorar el conocimiento científico de la población y proporcionar contenido científico de alta calidad y fácil acceso a todos los públicos. Introducir un componente de geociencias en educación básica, pues es primordial para entender el medioambiente, las amenazas naturales, gestionar y respetar el patrimonio geológico del país.  Y mejorar el dialogo entre instituciones como el IDEAM, corporaciones regionales, SGC y el gobierno para abordar las problemáticas del pais. 

La transición energética ha sido uno de los puntos de mayor controversia entre los candidatos. ¿Cuál debería ser la postura del nuevo Gobierno frente a este tema? 

La transición energética no es opcional, sino que va a ser necesaria para el desarrollo del país. Hay que pensar más allá y evaluar fuentes alternativas como la energía eólica (ya hay en La Guajira), las olas, los biocombustibles, etc., y movernos hacía una autosuficiencia energética.    

Aquí ya no estaríamos hablando solo de fuentes de energía, sino de otras cosas necesarias para esa transición, por ejemplo, muchos productos electrónicos usan las ‘tierras raras’ en este momento, producidas principalmente por China. La minería, nos guste o no, va a ser necesaria para eso, pues los suministros para la infraestructura de energías renovables requieren grandes cantidades de metales y otros recursos.

Si se hace bien la minería, teniendo en cuenta la seguridad de los trabajadores y comunidades, y el control de contaminación, se podrían disminuir los impactos de la minería ilegal. Mientras tanto, es urgente trabajar en mejorar la eficiencia energética y disminuir la contaminación (por ejemplo, los buses viejos que causan contaminación visible). 

El candidato Rodolfo Hernández ha propuesto la fusión de los ministerios de Cultura y Medioambiente, y de Ciencia y TIC. ¿Qué opina? 

Mientras que creo que pueden existir dinámicas muy interesantes entre estas disciplinas, me parece imperativo tener separación y, por ende, equipos altamente especializados en cada una de estas áreas que luego, por supuesto, pueden colaborar en cuanto se crea necesario. Para el ejemplo de Ciencia y TIC, muchas ciencias, como muchas otras disciplinas, usan las TIC, y las TIC usan la ciencia (con la tecnología) pero la ciencia no es TIC y TIC no es la ciencia, por lo que, probablemente, sea mejor separarlos. Creo que, si es realmente necesario combinar ministerios, tendría más sentido combinar Ciencias con Medioambiente. 

¿Sí o no al fracking? 

 El fracking podría aportar a una autonomía energética para Colombia, pero debido a la características de esta práctica, y a los riesgos que estas suponen para el ambiente y las comunidades que viven cerca de los lugares donde se desarrollan, sería necesario que en Colombia se introduzcan e implanten reglamentos ambientales y operacionales (por ejemplo, protocolos de acción frente a la ocurrencia de sismos de mayor magnitud), como los que han sido introducidos en otros países para garantizar actividades sostenibles y respetuosas con el ambiente y las comunidades circundantes.  Si no se puede hacer de la mejor posible forma, entonces mejor no hacerlo.  

Chad Leidy, director del Departamento de Física

¿Cuáles considera que deben ser las prioridades del próximo presidente, en materia de ciencia?

Asegurar el financiamiento del ecosistema de investigación del país, y no solo unos cuantos megaproyectos. No amalgamar de manera artificial la innovación con la ciencia, la tecnología y la investigación, poniendo en riesgo la investigación básica. Asegurar que los recursos dedicados a la investigación no se desvíen hacia la actualización tecnológica, sin aporte real a la construcción de conocimiento.

La transición energética ha sido uno de los puntos de mayor controversia entre los candidatos. ¿Cuál debería ser la postura del nuevo Gobierno frente a este tema?

El cambio climático es un problema fundamental que se debe enfrentar. Es importante generar un plan a largo plazo (de múltiples gobiernos) que reduzca de manera ordenada la dependencia de combustibles fósiles, sin descalabrar la economía.

El candidato Rodolfo Hernández ha propuesto la fusión de los ministerios de Cultura y Medioambiente, y de Ciencia y TIC. ¿Qué opina?

Son áreas muy diferentes, que requieren una atención específica y presupuesto separado. Esta propuesta refleja una subvaloración de cada uno de estos temas.

¿Sí o no al fracking?

En Colombia es difícil garantizar el manejo medioambiental necesario para evitar consecuencias negativas a largo plazo. El fracking no es compatible con una reducción a largo plazo del consumo de hidrocarburos.

Como físico, ¿cuáles considera que son las tareas pendientes que tiene por cumplir el Estado en este campo y, en otros como el aeroespacial, en el que estamos muy rezagados?

Se está desperdiciando la oportunidad de aumentar el crecimiento económico que se tendría al incorporar físicos en el sector productivo. Esto requiere interlocutores intermedios dentro de la cadena de transferencia tecnológica, en distintos puntos entre las universidades y las empresas. Esto puede incluir un apoyo en el establecimiento y avance de laboratorios nacionales para fomentar el flujo de tecnología, información y recursos humanos.

 REVISTA HIPÓTESIS